Como desarrollar tu propia filosofía de liderazgo – 10 puntos infalibles

En seguida te mostramos 10 puntos que te permitirán aprender cómo desarrollar tu propia filosofía de liderazgo, recuerda que como líder, es importante que descubras quién eres, qué defiendes y por qué te gusta guiar a tu equipo.

Como desarrollar tu propia filosofía de liderazgo

Todos podemos articular nuestra propia filosofía si nos observamos en cuatro aspectos de liderazgo.

Encamínate, ¿a dónde te diriges, qué te inspira y qué te motiva? Guía el pensamiento, establece el rumbo del equipo y ayúdalo a adquirir una visión más amplia de lo que hace. Orienta a tus empleados, conócelos personalmente, descubre qué les preocupa y consigue el mejor rendimiento posible. Y lleva una vida equilibrada, porque si te cansas no serás de ayuda, hazlo por ti y por tu equipo.

10 puntos que te permitirán aprender cómo desarrollar tu propia filosofía de liderazgo

1 Desarrolla tu autenticidad

La autenticidad consiste en compartir quién eres, cuáles son tus creencias y comportarte de acuerdo con ellas.

Crea una afirmación concisa que te sirve como inspiración y te recuerda una situación relevante emocionalmente que es importante para ti, tanto una positiva que te motiva, como una negativa que no quieres repetir.

Con esto tu conducta será más coherente, esa coherencia hará que tus empleados puedan predecir tu conducta, y la predictibilidad es la base de la confianza.

2 Descubre tu inspiración personal

¿Por qué te alegras de ir al trabajo cada día? ¿Por qué te levantas de la cama a diario? Los líderes inspiramos y motivamos a los miembros de nuestro equipo. Para ello, lo primero es que nosotros también estemos motivados.

3 Define tus objetivos

Para encaminarte, tienes que saber a dónde te diriges, cuál es tu destino, cuál es tu meta profesional. No se trata de conseguir un ascenso o un puesto concreto, sino del final de tu trayectoria. ¿Qué van a decir de ti?, ¿qué quieres que recuerden de ti como líder? Sabiendo eso, ya habrás establecido un punto final que determine las decisiones que tomas para llegar hasta allí.

4 Establece tu código de ética

Es importante establecer pautas. Todos hemos tomado malas decisiones alguna vez. ¿No sería genial que algo nos avisara antes de hacerlo? Piensa en tus pautas como jefe. ¿Cuáles son los aspectos que jamás negociarás? ¿Qué te ha ayudado a evitar las malas decisiones?

Piensa en esas situaciones donde hayas tomado una decisión mala o buena. ¿Qué te llevó a hacerlo? ¿Qué puede ayudarte a prevenir las malas decisiones y qué te ayudará a ser el líder que quieres que vea tu equipo? Piensa en esa situación y desglósala de forma concisa.

Es importante que des respuesta a estas preguntas en un momento de tranquilidad, cuando estás estresado para establecer tus pautas con claridad.

5 Encuentra tu motivación interna

Los jefes pasan por momentos difíciles. Cuando teníamos menos experiencia, si nos caíamos, siempre había alguien, un padre o un tutor que nos levantaba, nos sacudía el polvo y decía: "Sigue jugando". Y teníamos jefes que nos ayudaban en las crisis, pero ahora, cuanto más alto estés y a más empleados coordines, menos personas tendrás que te levanten y te sacudan el polvo.

Tu equipo siempre va a estar pendiente de cómo te comportas frente a la adversidad. Es importante que en una situación difícil tengas una situación, frase, recuerdo o algo que te motive y te encamine para llegar al otro lado.

Cuando pienses en tus motivaciones y fuentes de inspiración, ¿cuál va a ser tu punto de anclaje?, ¿has superado un gran obstáculo por tu cuenta, ¿o quizás viste a alguien superar una situación muy difícil y lo respetas? ¿En qué frase piensas cuando las cosas se ponen difíciles?

Encontrar esa motivo que sirva como cimiento sobre el que apoyarte durante las situaciones complicadas es un aspecto esencial para encaminarte.

6 Cumple tus obligaciones

Un líder debe tener y respetar unas normas básicas. Es primordial, porque tu equipo va a observar tu comportamiento. Establecer esas normas y cumplir con tus obligaciones es un aspecto fundamental para encaminarte.

Una obligación es una fuerza externa. Si te encomiendo una tarea, me aseguro de que la cumplas como se te pedía y establezco unas consecuencias si no la haces bien. Eso es una obligación.

No necesitamos que nadie esté pendiente de nosotros. Un acto de responsabilidad es decir que conoces la forma y te vas a comportar de forma coherente a tus propias normas de comportamiento. Tu equipo va a ver si eres responsable y si cumples tus obligaciones de la misma forma en que buscas que ellos cumplan las suyas.

7 Define tu visión

Cuando guías el pensamiento de tu equipo, es tu responsabilidad establecer el rumbo. Diseña una imagen clara de lo que quieres que construya el equipo.

Si el equipo no tiene pautas, no sabrá cómo contribuye su trabajo al bien común de la organización. Cuanto más clara sea la visión de futuro, más entusiasmados estarán los trabajadores respecto a su contribución. Debes describir qué deben hacer y por qué.

8 Innova y anticipa

Para guiar el pensamiento, tienes que ver más allá del horizonte. No te pagan por tus tareas diarias, sino por adelantarte a lo que viene, dar con soluciones innovadoras para implantar e identificar los riesgos a los que te enfrentarás.

Reflexionar sobre lo que haces, cuestiónate, saca nuevas conclusiones y obtén nuevos datos, porque en esas nuevas conclusiones es donde está el futuro de tu equipo y organización. ¿Cómo vas a conseguir alejarte de lo que siempre has hecho y replantearte todo, buscar nuevas conclusiones y obtener nuevas ideas? ¿Has formado parte de un equipo donde algún miembro aportara una gran idea o sacara una buena conclusión de la que nadie se había dado cuenta sólo porque se cuestionó cómo se hacían las cosas? ¿Has hecho un descubrimiento innovador del que te sientas orgulloso?

9 Define tu estilo natural de liderazgo

La autenticidad consiste en ser quien eres. Cuando orientas a tus empleados, tienes que saber cuál es tu estilo natural de liderazgo con el que te sientes cómodo.

Si te pones una máscara y actúas de manera contradictoria con lo que crees, los miembros de tu equipo se alarmarán. Verán esa incoherencia y aunque no sepan qué es lo que no concuerda, se sentirán incómodos. Cuanto mejor conozcas tu estilo natural de liderazgo, mejor jefe vas a ser.

Al definir tu estilo, encuentra algo relevante emocionalmente para ti, algo con lo que te sientas orgulloso y en lo que creas.

10 Motiva, inspira y desarrolla los integrantes de tu equipo de trabajo

Una de tus responsabilidades como líder es desarrollar las capacidades de tu equipo. Los grandes líderes forman a otros líderes. Comprométete a que tus empleados crezcan, crea oportunidades para que aprendan nuevas habilidades.

Es difícil, porque para que un empleado adquiera una habilidad, tendrás que crear la oportunidad de que haga algo quizás por primera vez. Eso conlleva un riesgo, porque si ese empleado fracasa, será tu fracaso.

Piensa en tu responsabilidad de formar a otros líderes. ¿Cómo vas a acordarte de asumir este tipo de riesgos y de mantener esas conversaciones difíciles cuando sea necesario? ¿Alguna vez creaste una oportunidad de crecimiento para alguien y tuvo éxito? ¿Alguna vez evitaste dar un "feedback" negativo y tuviste consecuencias negativas por no haber asumido tu responsabilidad como líder?

Finalmente… comparte tu propia filosofía de liderazgo

Después de emplear tiempo y energía en crear tu filosofía de liderazgo personal, debes dar el siguiente paso y compartirla. Cuéntasela a tu equipo, tus compañeros, tu jefe y las demás personas importantes para ti.

“Me gustaría compartir con ustedes mis creencias sobre mi estilo y mi filosofía de liderazgo. Les contaré las historias que acompañan a esas creencias para que entiendan quién soy y qué pueden esperar de mí como líder…".

Cuando los demás entienden tu filosofía, por qué te comportas como lo haces y vean que las cumples cada día, serás un líder más predecible, y sabrán quién eres y en qué crees.

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